Hoy voy a entrevistar a un artista plástico de Laboulaye, quien está buscando profesionalizarse en el dibujo, particularmente, las tiras de cómics. Él es
Nicolás Augusto Miérez, el que comenzó a estudiar la Licenciatura en Artes Visuales en la Universidad Nacional de Córdoba y, actualmente, se encuentra produciendo el Trabajo Final en la misma ciudad.
El artista
descubrió el dibujo en la infancia, como para salir del aburrimiento, pero no te adelanto más; vamos a ver qué nos contó Nico.
En el inicio de la entrevista, Nico le comentó a Nexos que todos los días le van surgiendo recuerdos de infancia de los cuales rescata sus inicios en el arte. Dice que
“todo comenzó como un juego”, como una alternativa al aburrimiento.
Un día de esos en que estaba aburrido le preguntó al papá qué podía hacer y éste le contestó:
“Y… ponete a dibujar”. Esa propuesta para Nico fue como una respuesta a su inquietud y desde allí empezó su juego con el dibujo.
En ese momento el
caricaturista tenía entre seis y siete años y poseía afición por mirar dibujos animados, por ejemplo, Dragon Ball. Nico recuerda que dibujaba, pero sin ponerse mayores exigencias en la producción:
“Dibujaba hombres de palito, sin nada más que contar una historia”, relata el joven artista de Laboulaye.
Desde entonces, Nicolás se sintió muy atraído por los
“monstruos”, como él mismo los describe, algunos dibujos
“raros” que con el pasar del tiempo se transformaron en un estudio de la anatomía del cuerpo humano.
“Aparecían esqueletos y cosas así y encontré el sentido más adelante y con información, el tema de la anatomía. Pero en un primer momento eran monstruos, zombies, demonios”, explica Nico.
Cuenta que
su papá siempre le dibujaba en su cuaderno: a monstruos, a Depredador (que era un personaje favorito de Nico), personajes de Dragon Ball y algunos inventados. En esos momentos jugaban con este ejercicio:
“Él me decía una palabra o un objeto, por ejemplo tomate, y yo decía, rueda, entonces dibujaba un tomate con ruedas”.
“Así empecé”, narra Nicolás, quien destaca que desde allí nunca paró de producir. Confiesa que nunca se interesó demasiado por hacer guiones de sus historias, sino más bien el dibujar era
“como una experiencia”, la de dibujar sus personajes, con acciones que se le ocurrían en ese momento de juego.
“Siempre le escapé a los guiones porque es una forma un poco rígida de abordar la creación artística. Por lo menos para las producciones personales lo primero que hago es ponerme a dibujar”.
Sobre este punto, dijo que actualmente está trabajando en un
“western sobrenatural”, donde, entre vaqueros, aparecen monstruos y demás seres, y que lo primero que se le vino a la mente fue la vestimenta de Clint Eastwood en
“El bueno, el malo y el feo”, pero en una decisión más consciente eligió qué tomar y qué no de ese personaje. Además, quien le hizo este encargo le dejó mucha libertad artística.
Indagando sobre el terreno de las influencias apareció la historieta argentina
“El Eternauta”, que si bien no es una influencia directa en el modo de dibujar de nuestro entrevistado, sí lo es la producción:
“Eran de producción nacional, y hay dos o tres cosas que fueron claras para mí, porque dije : ‘Esto existe y lo hicieron acá y es una posibilidad’”.
Miérez fue sincero y contó que no es muy consciente de sus influencias, aunque su
familia en el arte como práctica aparece de una manera muy orgánica,
“entrelazada como existir; como puede ser comer o respirar, yo tengo que dibujar”, ratificó, agregando:
“Por eso siempre los menciono a mis viejos, a mis hermanos”.
En cuanto a otros dibujantes, tiene a Mike Mignola, el creador de Hellboy, que según Nico es un personaje algo alternativo dentro del cómic.
“Me encanta cómo compone, cómo dibuja, la síntesis que tiene; también es súper gráfico… Está a tono con la búsqueda que estoy teniendo hoy”, añadió y mencionó también que
“está bueno comprender, no copiar ciegamente, pero sí comprender”.
El primero de enero de 2022, consiguió su primer trabajo
“fuerte”, aunque ya en 2021 hizo un gran mural en la calle Concejal Tedesco. Hoy, económicamente se sostiene dibujando.
Si bien se dedicaba a la historieta, fue en enero del 2022 que consiguió el trabajo de historietista con un grupo de
“editores”. Esta profesionalización de Nicolás en el dibujo llegó de mostrar Portfolio en Foros.
Hablando del currículo como dibujante, el artista contó que
le encantaría sacar un libro de historia integral con todas sus obras; igualmente tuvo su
etapa de pintor, en la UNC, haciendo muestras colectivas, encuentros de pintores; hoy como dibujante aparece el hecho
“pictórico” con mucha presencia del color.
Hace algunos años estuvo en la
Feria Docta Comics con un fanzine, un formato que le atrae particularmente; trabajó en editoriales haciendo ilustraciones, “Viajero del Alba”, entre otras; participó en la producción Mama Marilyn animando al Gauchito Gil, con una historieta de quince páginas; entre más actividades.
A pesar de la situación económica que atravesamos, sigue apostando a ser
freelance y sigue en su camino a profesionalizar su labor.
Antes de cerrar la entrevista, el artista volcó su propia experiencia como dibujante:
“Uno tiene que trascender muchos miedos. Creo que ese es el gran rival, los miedos propios que uno tiene”. Y esta idea viene asociada a que cada una de las personas tenemos arte incorporado naturalmente y hay que darle el lugar para fluir, sin temores.