La familia de Joaquín Sperani Flores, el joven de 14 años de edad asesinado a manos de su mejor amigo y compañero de clases en la ciudad de Laboulaye el 29 de junio de 2023, llevó a juicio a la Provincia de Córdoba para obtener una indemnización por daños y perjuicios derivados de la irreparable pérdida.
La audiencia de este litigio en el que también se le atribuye responsabilidad civil a los padres de L. M. Z., el adolescente declarado autor del crimen pero inimputable penalmente a razón de su edad, tuvo lugar el pasado jueves 3 de octubre en los Tribunales locales y con la intervención de un juez de la capital provincial.
Martín Sperani y Mariela Yesica Flores estuvieron presentes en la sala judicial y, siendo representados por el abogado Raúl Frencia, revivieron los episodios notoriamente dramáticos de un caso que conmocionó al país.
Asimismo, participaron otros actores en tal acto procesal: los patrocinadores de los padres de L.; un asesor legal para los hermanos de Joaquín y un representante de la Provincia, mencionando los principales.
Martín Sperani dialogó hoy con Nexos del Sur y comentó que “fue un juicio duro. Nosotros tuvimos muchos testigos claves que realmente contaron con lujo de detalles todo lo sucedido”.
En particular, los Sperani Flores responsabilizan al IPEM 278 “Malvinas Argentinas”, al igual que a la familia del homicida, aportando “pruebas muy contundentes”, por ejemplo el testimonio de un agente de investigación, “que manejaba todas las cámaras”, desde las cuales se estableció el recorrido de aquel y su víctima, el cual concluyó con la muerte de Joaquín en una vivienda abandonada ubicada a poco más de una cuadra del citado establecimiento educativo.
Los demandantes argumentan que las autoridades escolares debieron impedir que se fueran.