Ricardo Luna es uno de esos tantos locutores que hizo escuela en LV20. Pronto la radio lo deslumbró y se sumergió en el mundo de la locución; es hasta el día de hoy que ejerce esa profesión con entusiasmo y dedicación y, además de tener una excelente voz, siempre se destaca por su vestimenta.
Lo primero que Ricardo contó a Nexos fue que la locución lo apasionó siempre. Tenía referentes en la televisión y él se preguntaba si podría algún día llegar al nivel de ellos.
“Los años me dieron la razón”, dijo, asertivo. Sus modelos eran Liliana López Foresi y Jorge Formento.
“Empecé a trabajar en LV20 Radio Laboulaye”, entre los años 1982 y 1984, con José Carlos Alisio como director y con “grandes compañeros de los cuales aprendí mucho”, por ejemplo Luis Murray, Elsa Sismondi, el "colorado" Giordaninio, y otros. “Realmente, LV20 me abrió las puertas para comenzar a trabajar en este mudo maravilloso”, comentó Luna con agradecimiento, explicando que luego empezó por su cuenta en eventos privados y públicos.
Cursó el nivel secundario en la ENET Nº1 y le tocó cumplir con el Servicio Militar en Sarmiento (Chubut). Entró “en LV20 en la parte administrativa”, pero pronto se lanzó hacia la locución.
Inicialmente tuvo un programa enfocado en los niños; después, uno de música y un tercero que se llamó “Luces de Francia”, que “tenía toda la historia de aquel país”. Este último se emitía los domingos de once a doce de la noche y aparte de información, contaba con música clásica: “Tuvo una aceptación excepcional”.
Uno de los programas resultó dedicado al Teatro Colón, en conmemoración de un aniversario del mismo. Envió la grabación a Buenos Aires, la cual tuvo gran repercusión, por lo que el Colón lo invitó a asistir a una función de gala un 25 de mayo, durante la presidencia de Raúl Alfonsín.
Ricardo es hermano de Carlos Daniel y Eduardo Martín; los tres hermanos estudiaron en la escuela Domingo Faustino Sarmiento. Nuestro entrevistado terminó el primario en 1973 y al año siguiente inició en la ENET, para más tarde recibirse de Técnico Nacional en Administración de Empresas.
El locutor rememoró que tras la secundaria realizó el Servicio Militar y volvió a Laboulaye en la primera baja, en noviembre de 1981. Entre el Servicio y la LV20, trabajó como administrativo en una casa de remates y ferias, pero en cuanto salió la posibilidad de la radio, no dudó en cambiar, dándose cuenta que la locución era para él.
Ricardo, ya sea en eventos o en instituciones, a la hora de trabajar gusta más “improvisar” antes que “leer formalmente”. A lo largo de su carrera, ejerció la profesión para diferentes administraciones locales, de las cuales recuerda el mandato del ex intendente Bolgan, en el que realizó los spots publicitarios que se grababan mensualmente; la gestión de Antonio Garimano, en cuyos primeros actos oficiales llevados adelante en la Guardería Municipal (hoy Espacio de Primera Infancia) vivió mucha “adrenalina”; también los gobiernos de Nápoli y Abdala.
En este marco, sostuvo su agradecimiento a las instituciones y recalcó que está “infinitamente agradecido” con el cuerpo de Bomberos Voluntarios “José María Calaza” y con la Policía Departamental Roque Sáenz Peña. Señaló que extiende asimismo las gracias a los padres de egresados de escuelas secundarias, que siempre lo convocan para la fiesta de fin de año.
En cuanto a sus afectos, el locutor subrayó: “Tengo dos hijos que amo y una familia del alma que son los Giordano-Palloni: excelentes familiares que me adoptaron con el corazón”; y destinó conmovedoras palabras a Adriana, “la mamá de mis hijos y una gran compañera y mujer, que se merece lo mejor”.
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El estilo de vestir
Además de su voz, Ricardo se destaca en cada evento por su vestuario: “La parte de la vestimenta es una cosa que con el tiempo fue adquiriendo en mi persona más importancia. Soy muy trapero. Me gusta combinar los colores, el saco, el detalle; me gusta ser cuidadoso”, aseguró.
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La colección de abanicos
El locutor también es reconocido a nivel provincial debido a su gran colección de abanicos. Ricardo comentó que comenzó a interesarse por ellos luego de ver la película “Mata Hari”, protagonizada por Greta Garbo, en la cual, a modo de agente secreto, pasaba información con los movimientos de su abanico.
“Después, buscando en la historia, encuentro que los abanicos ya lo usaban los egipcios”, explicó el especialista. “La gente de Laboulaye, cuando se enteró de que me dedicaba a ésto, me hizo llegar abanicos de tías, abuelas, y ahí los tengo en custodia”, ilustró el coleccionista.
Expuso la muestra de abanicos en el Archivo y Museo de Laboulaye, en la Cripta Jesuítica de Córdoba y, en una segunda oportunidad en dicha Cripta, ganó el premio San Francisco de Asís por la mejor muestra cultural de Córdoba. Dicha exhibición cosechó excelentes críticas en Huinca Renancó, San Basilio, Adelia María, entre otros espacios, como la Legislatura de Córdoba.
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La Escuela de Artes
“El arte siempre me interesó”, afirmó, nombrando a algunos referentes como “Lola” Mora: “Es nativa de Tucumán; fui hasta donde había sido su casa y pude ver sus esculturas. Una mujer que fue prohibida en la época de Avellaneda y Roca”. “El arte me gusta para todo. Cocinar es un arte, hacer un presente para una mesa es un arte”, remarcó.
“Me anoté en la Escuela de Artes ‘Luz Vieira Méndez’ para hacer el Profesorado. Me llevó mi tiempo, pero con un placer tremendo me recibí de profesor en Artes Visuales”, celebró. En el 2005 ingresó al IPEM Nº 90 “Juana Manuela Gorriti” como Bibliotecario, con un cargo de Auxiliar Administrativo
“Formé ahí parte de mi carrera educativa. Y resultó muy grato trabajar en un lugar así, donde la gente es maravillosa”. Allí, el profesional estuvo durante diecisiete años.
La mamá de Ricardo nació en Sampacho y su papá en Laboulaye. Ambos se conocieron y casaron en Sampacho, pero Ricardo nació en Laboulaye, en 1961.
Al hablar de sus padres y relacionándolos al arte que vive hoy , fue muy sincero: “No es que no me hayan inculcado cultura o educación”, advirtió, agregando que “mi papá era mucho de hablar de historia argentina”, lo cual despertó curiosidad en aquel niño.
Sin embargo, siente que como artista se formó solo y tiene el mayor deseo de que alguno de sus hijos se “quede con ese legado”. Antes de finalizar la entrevista, confesó que le gusta mucho leer biografías.
“Soy muy lector de la biografía de la realeza, tengo varios libros de reinos del mundo, y actrices que han hecho historia en el cine”. Además tiene leídas las biografías de Lola Mora, Rosario Vera Peñaloza, Macacha Güemes, Remedios de Escalada de San Martín, Marie Curie, Cleopatra, Laura Merello, Olinda Bozán, Chavela Vargas, Lady Di, Marta Minujín, Dalí, Picazzo, el manco de Curupaytí, etc.
¡Felicitaciones Ricardo Luna! ¡A seguir poniendo voz y color en cada evento!
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