La reciente decisión del Gobierno de Córdoba de atenerse al convenio firmado entre el gobernador Martín Llaryora y el intendente Gino Chiapello para la ejecución de la obra “dos puentes sobre las vías del ferrocarril en la ciudad de Laboulaye”, ha generado múltiples cuestionamientos sobre las posturas adoptadas por ambas jurisdicciones que, a priori, serían poco permeables a una flexibilización.
La Provincia dejó firme su posición con respecto al proyecto y, en términos generales, le comunicó a la Municipalidad que si quiere la infraestructura, se construirá según lo establecido en el acuerdo citado: en los sectores de los paso a nivel de calles Mitre-Estanguet y Alberdi-Gallo Llorente.
El referente de “Somos Laboulaye” y La Libertad Avanza, Maximiliano Camusso, manifestó sorpresa frente a las últimas novedades acerca de la cuestión, sosteniendo: “Teníamos la esperanza de que se iban a hacer los puentes; y cuando parecía que ya estaba todo medianamente encaminado, sale la noticia que conocemos todos de este freno, y ojalá sea un freno por pocos días y no un freno eterno”.
El segundo candidato más votado en las elecciones municipales pasadas, ratificó que las partes “se tienen que sentar y charlar bien, si es que realmente quieren los puentes. Creo que es muy malo que los puentes no se hagan. Yo fui un defensor de los puentes desde el primer momento”.
Para el dirigente, que mantiene el “perfil emprendedor - desarrollista, en una situación difícil donde el país está tratando de salir de un pozo, eso [la construcción] hubiese generado mucha mano de obra y movimiento económico en la ciudad”.
Y sentenció: “Por la soberbia o infantilismo de algunos sectores políticos, lo estamos pagando todos los labulayenses”.
Según el libertario, la responsabilidad de que la iniciativa se encuentre sin avanzar o, al menos, carente de una resolución, es compartida, ya que “de ambas partes ha habido, justamente por la falta de comunicación, tires y aflojes, mal desempeño”.
En este sentido, Camusso apuntó particularmente contra la gestión con Chiapello a la cabeza: “Tal vez la decisión política del Municipio era ‘dormirse’ y hacer todo más lento; dilatar, dilatar, dilatar, para ver hasta dónde se estiraba la cuerda, hasta que se cortó”.
Finalizando, según resaltó, la actual Administración Municipal no tuvo la suficiente firmeza con el fin de presentar una “decisión política”, con un categórico “sí, queremos los puentes”.